Ir al contenido principal

ESPERANZA CONTRA ESPÉRANZA

ESPERANZA CONTRA ESPERANZA
                (Romanos 4:18)

Ayer leí una misiva que escribiera una hermosa amiga digna de mi admiración, a quien tengo en un grupo. Ella, como algunas más del grupo, está cuidando con mucha entrega a su anciana madre. 
Muchas de mis amigas aún tienen a sus madres con ellas. Confieso mi cobardía y "me quito sombrero" ante ellas, para pues ver a una persona disminuida me consume el dolor por dentro y me descontrola. Esto es mas fuerte que yo. La vida misma lleva a ser madres de sus propias madres.
    La expresión Esperanza contra Esperanza tiene que ver con aquellos momentos en que la esperanza humana se ha terminado y solo queda la esperanza en Dios. Son sentimientos encontrados. En cuantas ocasiones nos esperanzamos cuando se nos vislumbran futuros más alentadores... Cuantas veces nos derrumbamos y volvemos nuestra mirada a Cristo, nuestra más certera esperanza a quien siempre hemos de acudir primero. 
    El amor es sufrido. Es duro ver como poco a poco nuestros seres queridos se van minimizando ante nuestros ojos y no poder hacer más de lo que hacemos. Yo no tengo la valentía de estas damas. Para mí, mujeres como ellas, que hacen de "tripas corazones" para atender a sus propias madres, son dignas de mi admiración, son valientes, fuertes, aunque a ratos se derrumben.
Queda Cristo, siempre queda Cristo.
    Yo solo sé que nuestro Redentor vive. Y amanece, aunque la noche haya sido muy oscura, pues Nuestro Dios nunca abandona.

Sheila. 

Comentarios