¿Y ENTONCES?
Escuchar a diferentes predicadores es casi una locura. Cada uno expone lo que creen es la verdad. Bien me dice mi hija, que la "verdad bíblica" es relativa, cada interpretación es subjetiva pues cada quien la interpreta según su cultura, experiencia vivida, grado de instrucción, etc., por ello cada quien se siente en capacidad de expresar lo que cree que es la "verdad".
Sin embargo, no debe ser así. La Escritura no es de interpretación privada. Recuerdo un predicador que me dijo personalmente que Juan cuando escribió 1,2 y 3 de Juan, ya estaba viejito y por ello solo se limitó a hablar acerca del amor. En otras palabras, habló simplezas acerca del amor de Cristo pues ya viejito, ¿qué otra cosa iba a hablar?. Me "sonó" muy arrogante de su parte. Como si la Palabra de Dios en Juan no hubiese hecho "mella" en él, menospreciando sus vivencias con el Cristo.
En el libro de Romanos capítulo 14,se nos exhorta a no contender con los débiles en la fe, pues tanto al débil como al fuerte Dios ha recibido. Infiere que el fuerte tiende a desdeñar al débil, y éste último tiende a juzgar al fuerte; que lo debemos es respetar a uno y al otro y si amamos en el amor de Cristo no haremos nada que hiera, entristezca o dañes otro.
De lo que realmente debemos cuidarnos es de no condenarnos con lo que aprobamos, con lo que decimos es bueno para nosotros.
Pero, he visto que los "fuertes" (dominio propio, con arduo conocimiento acerca de la Palabra de Dios), no actúan como fuertes (¿maduros?) que son pues tienen a juzgar a otros en sus críticas y/o reacciones, siendo ésta una característica de los débiles. ¿Y entonces?.
Esto es como para pensarlo y mucho.
En el libro de Romanos capítulo 14,se nos exhorta a no contender con los débiles en la fe, pues tanto al débil como al fuerte Dios ha recibido. Infiere que el fuerte tiende a desdeñar al débil, y éste último tiende a juzgar al fuerte; que lo debemos es respetar a uno y al otro y si amamos en el amor de Cristo no haremos nada que hiera, entristezca o dañes otro.
De lo que realmente debemos cuidarnos es de no condenarnos con lo que aprobamos, con lo que decimos es bueno para nosotros.
Pero, he visto que los "fuertes" (dominio propio, con arduo conocimiento acerca de la Palabra de Dios), no actúan como fuertes (¿maduros?) que son pues tienen a juzgar a otros en sus críticas y/o reacciones, siendo ésta una característica de los débiles. ¿Y entonces?.
Esto es como para pensarlo y mucho.
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